Vereda de Mitre y Bozzano: una fisonomía que indica que aquí todo sigue igual
También en Mitre y Casella no ha habido cambios a pesar de la demanda ciudadana. Solo los comerciantes bajo la tribuna del estadio contribuyen positivamente. Además, la zona se ha convertido en un basural. La Municipalidad tiene una ordenanza que obliga a los vecinos a mantener las veredas en buen estado.
Un par de meses atrás señalamos que algunos sectores de la vereda del estadio municipal, sobre calle Mitre, presentaba un estado deplorable, y que esto incrementaba la imagen del deterioro que presenta la ciudad.
Pese a haber sido caja de resonancia en una ciudadanía que clama por una mejora de la estética de San Pedro, en la esquina de Mitre y Bozzano y Mitre y Casella, nada ha cambiado.
Solo aquellos comerciantes que se asentaron debajo de la tribuna del estadio son quienes aportan favorablemente. Lo demás, especialmente en días de lluvia, es inadmisible que presenten este panorama después de “décadas” que estos espacios están asignados.
Además, se convierten en “basural” del vecindario. Alguien opta por dejar bolsas de residuos y deshechos de otras características, solo por no existir un frentistas responsable, lo cual no es nuevo. Semanas atrás, un móvil de Sin Galera encontró a una mujer que pasaba por allí y definió el estado de la vereda como ‘’un asco''.
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Recordamos que en la década del 80 se originó un sistema de consorcio: la finalidad primordial de la Liga Deportiva Sampedrina era contar gradas para 4.200 personas cómodamente sentadas. Por entonces, se pensó en que la mejor manera de lograrlo era que, debajo de éstas, se destinada un sitio para locales comerciales.
Con el paso de los años el panorama fue cambiando, porque en los primeros años también surgieron inconvenientes.
La Municipalidad cuenta con una ordenanza (5797/08), que obliga a los vecinos a “construir, reparar o modificar, en caso de ser necesario, las veredas frente a su inmueble manteniendo en perfecto estado de transitabilidad y libre de obstáculos las mismas”. Y que, en caso de darse situaciones como ésta, debe “notificar a los frentistas por el pésimo estado de sus veredas”. También puede multar, y si no cumplen, el Municipio puede encargarse de la construcción, que luego le facturará al frentista, más un 20 % por gastos administrativos.
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