La Armada hundió el buque Alférez Sobral, "primo" del museo General Irigoyen
Inactivo desde 2018, hubo planes de convertirlo en museo pero no prosperaron. Finalmente, la semana pasada lo hundieron en un ejercicio naval. Estaba en muy malas condiciones de conservación. Participó de la Guerra de Malvinas y fue averiado por misiles ingleses.
La Armada Argentina decidió hundir el Aviso Alférez Sobral, un buque que participó en la Guerra de Malvinas y que era algo así como un “primo” del Museo General Irigoyen que está amarrado en las costas de San Pedro.
El Alférez Sobral estaba en la base naval Mar del Plata, inactivo desde 2018. Un grupo de veteranos de Malvinas fue a recorrerlo con intenciones de convertirlo en museo, como ocurrió con el Irigoyen. Pero su estado era deplorable.
En pésimas condiciones de conservación, quienes lo recorrieron comprendieron que para recuperarlo habría que invertir cientos de miles de dólares.
Aunque contaban con respaldo del gobierno provincial de Santa Fe y del de la capital de esa provincia, el financiamiento necesario no estaba y declinaron el plan.
Así, la Armada decidió hundirlo "por tiro de artillería naval en una etapa de adiestramiento de unidades de la flota de mar", según informó la propia institución.

El buque había sido homenajeado el 3 de mayo pasado, en ocasión del aniversario de su bautismo de fuego: en 1982, en la Guerra de Malvinas, el Alférez Sobral fue enviado a rescatar a dos pilotos de la Fuerza Aérea. Les habían derribado el avión en combate.
En esa tarea estaban cuando un helicóptero inglés disparó dos misiles que impactaron en la lancha del buque. El capitán de fragata Sergio Raúl Gómez Roca ordenó desalojar y permaneció en el puesto de mando, con tripulación mínima.
Murió en combate junto a siete tripulantes. Navegaron durante tres días hasta que avistaron a un helicóptero argentino, en medio de incendios y con varios heridos.

El año pasado habían anunciado su subasta, junto a otras naves de la Armada. Luego, lo retiraron y dispusieron un período para que se presentara un plan de conservación.
Al igual que el General Irigoyen, pero un año antes, en 1944, el Alférez Sobral fue construido en Estados Unidos y sirvió en la Segunda Guerra Mundial. La Armada nacional lo adquirió en 1972.
Quienes conocen las tradiciones marinas sostienen que hundirlo fue una demostración de respeto y dignidad. Las asociaciones de excombatientes que intentaron evitarlo lamentaron el desenlace.
"Al permanecer sobre el agua, el deterioro se agrava", dijo al diario La Nación Adolfo Schweighofer, presidente del Centro de Excombatientes de Santa Fe, quien encabezó uno de los intentos por recuperarlo.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión