Hernán Ramos muestra signos de asombrosa recuperación
Fue atropellado en la vía pública por un automóvil, cuando circulaba en moto en compañía de una mujer. La gravedad de su lesión fue motivo para internarlo en terapia intensiva. A una semana del hecho, muestra una gran rehabilitación en una sala común de Sadiv
a recuperación de Hernán Ramos resulta asombrosa. Después de su estado crítico del primer momento, internado en terapia intensiva del Hospital, en las últimas horas ha evidenciado una importante recuperación, encontrándose en una sala común en el nosocomio SADIV y recibiendo la visita de sus familiares y amigos cercanos.
Pasaron ocho días del siniestro ocurrido en la madrugada del sábado en la esquina de Aulí y Miguel Porta. Cerca de las 5.00 un Chevrolet Astra, con Diego Damián Oliveto al volante, embistió a una moto que era tripulada por Ramos y Alejandra Milagros Gálvez.
El impacto fue violento, a punto tal que el automóvil recorrió varios metros desde la bocacalle (Oliveto dio positivo en el test de alcoholemia) y terminó en el patio delantero de una vivienda.
Los jóvenes motociclistas fueron asistidos por personal del SAME y luego internados en terapia intensiva del Hospital.
“Hernán goza del aprecio de muchos, y para algunos es un hermano del alma”, como es el caso de Damián Lima. “Nos criamos juntos en el Instituto Sarmiento. En mi caso, estuve ahí mucho tiempo, desde los dos años. Y me crie desde bebé”, relató a La Opinión.
Allí nació un lazo de hermandad perdurable en el tiempo. “Con Hernán compartíamos muchas cosas, es un hermano para mí, y hoy en día es padrino de Dylan, el hijo de mi hermano Roberto”, ejemplificó respecto a la relación que mantienen, diaria y seguramente eterna porque ambos tienen historias de vida similares.

Damián también mencionó a Marcelo y su esposa Patricia. Marcelo es Nouet, durante muchos años director del Instituto. “Ellos se hicieron cargo desde el principio”, destacó.
También, acongojado, describió los primeros momentos que atravesó después de enterarse del hecho. “Es doloroso. Cuando ocurrió estaba compitiendo en San Nicolás. Desde allá me vine muy angustiado. Como estuvimos en el hogar (Instituto) nos queremos como hermanos. Es uno más de la familia. Siempre está con nosotros, somos unidos y más cuando viene mi hermano desde la Capital Federal. Compartimos muchas cosas”, resaltó Damián.
Hasta mediados de esta semana rezar por él era el apoyo espiritual. Las cadenas de oración emergieron en las redes y junto a cada uno que invocó la fe, “también estuvieron los pastores, quienes oraron permanentemente”.
“Sabemos que será para largo hasta que se recupere. Sé que hay un Dios grande todopoderoso que lo va a sacar adelante. Creemos que él va a estar bien, va a estar de pie. Estamos esperando eso y que esté con todos nosotros de vuelta”, fue el ruego de Damián.
Marcelo y Patricia lo visitaron. “Lo vimos bien. Nos reconoció y para nosotros es una gran alegría. Uno lo conoce desde niño, cuando compartíamos muchas horas en el Instituto Sarmiento. Es un chico querible”, contó a La Opinión Marcelo.
Por su parte Damián se mostró feliz después de la visita: “No perdió el conocimiento, recuerda a muchos de nosotros y en especial de su ahijado. Los médicos han trabajado muy bien, que ahora lo hacen caminar dos veces por día, pese a que aún tiene inflamado el rostro”.
La fuerza íntima de aquellos que lo aprecian, posiblemente jugó su parte. Para los creyentes, hasta el momento el milagro se está consumando. Son quienes sostienen que profesar la fe mueve montañas y lo vivido en estas horas parece corroborarlo.
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