El condenado por matar a su madre y que ahora amenazó a su hermana goza de libertad condicional
Fue sentenciado a 10 años por el crimen de Sandra Martínez, su progenitora, quien murió tras recibir un golpe con un objeto contundente en medio de la disputa por una vivienda. El hecho ocurrió en 2018. Cumplía condena con arresto domiciliario y fue beneficiado con libertad condicional. Este sábado, amenazó a su hermana.
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Un joven que permanece en libertad condicional tras ser condenado por el homicidio en estado de emoción violenta de su progenitora fue denunciado por una hermana, que lo acusó de amenazarla con un arma de fuego.
El conflicto familiar es de larga data, está vinculado a un intercambio de propiedades que derivó en denuncias y terminó de la peor manera: con un grupo de gente irrumpiendo en una casa armados, con González herido de arma blanca y con su progenitora, que llegó después, casi dos meses internada, tras recibir palazos en la cabeza, hasta su fallecimiento.
La denuncia radicada el sábado indica que Matías González amenazó de muerte y mostrando un arma de fuego a su hermana luego de que se encontraran en un semáforo.
Ella le gritó "asesino" y él, según consta en la presentación radicada en la Comisaría de la Mujer, le dijo: "No te bastó con que haya matado a tu mamá", mientras hacía visible un revólver que llevaba entre las ropas.
El hecho que derivó en el homicidio de Sandra Martínez ocurrió el 2 de abril de 2018 en una vivienda de Rojas al 2000. Había ido a reclamarle a Matías González, su hijo, la restitución de la vivienda donde él vivía y que ella le había intercambiado por un departamento en el Fonavi I, según relataron testigos en la causa.
Antes de que ella llegara, cinco jóvenes de reconocida trayectoria delictiva vinculada a sus adicciones a las drogas habían irrumpido en la casa, donde entraron armados tras romper la puerta para destrozar los muebles y expulsar a González del interior, quien salió lastimado.
Según consta en la causa penal por la que González fue condenado a 10 años de prisión, ya en la calle y con la policía, que había arribado tras el primer episodio, él golpeó al menos tres veces en la cabeza de su madre con un palo, lo que le provocó un traumatismo encefalocraneano grave que la mantuvo internada en La Plata hasta su fallecimiento, que se produjo el 17 de mayo.
Aunque Sandra Martínez era la madre biológica, al joven lo criaron su abuela y la pareja de ella, quien le dio el apellido luego de que la madre lo abandonara en Escobar y tras obtener la guarda legal.
González fue condenado en juicio abreviado, luego de un acuerdo que permitió el traspaso de la vivienda en disputa a favor de familiares de Sandra Martínez.
La Justicia lo sentenció a 10 años de prisión por homicidio agravado por el vínculo pero con circunstancias extraordinarias atenuantes: emoción violenta. Si no hubieran contemplado esa situación, la condena hubiera sido a prisión perpetua.
El condenado pasó apenas alrededor de dos meses detenido en prisión. El resto, incluido el tiempo cumplido de la condena que le permitió la libertad condicional, lo atravesó con el beneficio de arresto domiciliario.
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