A cuatro meses del crimen de Naiara, su familia espera justicia y una condena ejemplar para los asesinos

Este miércoles se cumplieron cuatro meses desde el día en que Naiara Durán salió de su casa para no volver jamás porque fue asesinada en la casa de su expareja, Francisco Vlaeminck, ubicada en Bottaro y Primera Junta.

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La joven de 25 años se fue el 13 de agosto, día de las elecciones Primarias, de su vivienda y las cámaras de seguridad establecieron que ese domicilio fue el último al que ingresó. Allí, determinó la investigación, la mataron a puñaladas para luego arrojar el cuerpo al riacho dentro de un tambor de 200 litros, que hallaron pescadores cuatro días después del asesinato.

Por el crimen están detenidos Francisco Vlaeminck, Daiana Franco y Mario Franco —el último con arresto domiciliario por su edad y estado de salud—, con prisión preventiva confirmada. Para Fiscalía, los dos primeros —él expareja de Naiara y padre de uno de sus hijos— fueron los que la apuñalaron. Mario Franco, por su parte, está acusado de partícipe necesario por contribuir activamente en el intento de desaparición del cadáver.

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La familia de Naiara Durán aguarda el proceso judicial que desembocará en el juicio contra los involucrados y espera una condena ejemplar para los asesinos, en medio del dolor que no cesa y el recuerdo cotidiano de la joven.

“No voy a parar hasta que se haga justicia y paguen con el peso de la ley cómo corresponde”, dijo la madre de Naiara, Tamara Durán, cuando se conoció la preventiva. “Perpetua es lo menos que espero. Que se pudran en la cárcel”, señaló en esa oportunidad, por su parte, la abuela, Elsa Romero.

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Para la titular de la UFI 7 está probado en esta etapa que Daiana Franco y Francisco Vlaeminck atacaron a Naiara Durán con dos armas blancas, una que podría ser un cuchillo y la otra un punzón, en el departamento ubicado a la izquierda de la casa principal de Bottaro y Primera Junta, donde residían como pareja.

Fueron siete puñaladas: una detrás de la oreja; dos en el cuello, de las que una dañó la vena yugular; tres en la región entre el cuello y el hombro, que afectaron el lóbulo superior del pulmón; y una en el tórax, a la altura de las costillas.

Luego, envolvieron el cuerpo en un mantel negro con arabescos blancos y una lona azul y gris, y lo ataron con cables para introducirlo en un tambor de 200 litros cortado un poco más arriba de la mitad que después fue cosido con cables y sogas para ser arrojado al riacho.

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Daiana Franco, Francisco Vlaeminck y Mario Franco están imputados por homicidio doblemente agravado. Además, en el caso de ambos varones, Fiscalía los imputó por femicidio. La prisión preventiva que cumplen fue dictada a mediados de octubre, por lo que recién llevan dos de los ocho meses para una eventual revisión.

Mientras tanto, Viviani avanza en las medidas de prueba que desembocarán en el jucio en el que el Tribunal y acaso un jurado ciudadano —por la pena en expectativa podrían optar por ese trámite— definirán sus responsabilidades y la condena que les corresponde.